viernes, 7 de junio de 2013





Tus rubios cabellos
como cadenas de oro
que junto a tus ojos
embelesan mi corazón.

Tus gráciles caderas
tienen un ritmo especial
que hipnotizan mis ojos.

Tu sonrisa siempre alegre
me ayuda a escapar de la oscuridad
de esta cruel sociedad
llena de mentiras y engaños.
Gracias a ti, esa oscuridad desaparece,
la crueldad se transforma en bondad
y las mentiras en dulces palabras.

Tu dulce figura
con forma celestial
me hace sentir cual niño pequeño
en los brazos de su madre.
Pensar en ti me ayuda
a superar cualquier adversidad.

Tus rojizas mejillas
junto a tu pálida tez
crean la armonía perfecta para tu ser.

Nos imagino juntos
en un lugar apartado
donde me puedas dar una cosa:
un beso de tu dulce boca.


Jesús Peña Ortega
3ºA

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