AFÉRRATE COMO MALAMENTE PUEDAS
Y es ahora cuando te das cuenta de que la vida pasa en un segundo; que en una milésima de segundo puedes pasar de tener todo a no tener nada.
Recuerda cuando ese día, en mitad del silencio de la noche, vives de cerca una de las peores tragedias. La muerte acecha a tu entorno. Sientes, como si ahora estuviese pasando, todo lo ocurrido: desde la mejor de las fiestas vividas hasta el más horrible sentimiento, el miedo.
Miedo de sentirte impotente, de no saber qué hacer y miedo a pedir ayuda, para no ser regañado.
Y es que, al fin y al cabo, esta vida no hay que tomársela muy a pecho; después de todo es sólo un juego y nadie va a salir vivo de él.
Ahora, para, detén tu ajetreada vida por un segundo y piensa: siendo optimista serás más feliz, es cierto. Pero llegarán las desilusiones y toda esa parte oscura de la vida y será peor que si ya te las esperas.
Invita a tus enemigos a una copa de cianuro y asume que no la aceptarán. Haz que tus pertenencias sean las de tus amigos.
Así que, a pesar de todos los malos momentos, regálale al mundo una sonrisa para hacer saber a tus seres queridos que estás bien y para no dar la satisfacción a tus enemigos de que no lo estás. Por tanto, en los malos momentos, aférrate a la vida para poder demostrar que no tienes miedo y sacar la mayor de tus sonrisas.
Ana Fernández-Lancha
3º B
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