Era un domingo, día 16 de octubre de 2011, en el que mi tía había sido internada en el hospital de Arganda para dar a luz. Cuando supe que estaba allí, me emocioné de alegría y sólo pensaba en comó sería mi primo.
Pero hubo complicaciones, de las que me informé en el acto. No eran nada agradables. ¡Vaya semana!
Estaba tan emocionada... Y la emoción y el entusiasmo se esfumaron... No sabía cómo ni cuándo pudo haberme pasado eso y menos a mi tía, que estaba tan ilusionada por tenerlo. Fue una mala noticia para toda la familia y mucho más para mí.
Al día de hoy, pienso que, con el problema con el que nació, es mucho mejor que esté donde está. Sé que es duro y no me podré olvidar de su carita de ángel. Pero prefiero su felicidad a que no se hubiera podido mover en toda su vida.
La verdad es que tenía que seguir mi vida, seguir estudiando, porque ahora sé que mi primo no va a poder hacerlo; por eso, intentaré seguir y hacerlo por él.
Ahora he expresado lo que sentía por él. Al hacerlo por escrito, me he sentido mucho mejor y más cómoda. Ahora sé que es mi Ángel de la Guarda y está en un sitio mejor.
Siempre le recordaré como mi Ángel. Fue valiente y luchó. Y aunque no lo consiguiera, fue lo mejor para él.
María Belinchón
3º B
es precioso maria, no se como a una niña tan joven le salen esas palabras tan adultas, me has emocionado mucho y te mando un beso
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